En su obra «Análisis de los Estados Contables y sus ajustes por Inflación,» el autor Alejandro Ferrer Quca expone que «los Estados Contables representan cuadros sinópticos, predominantemente numéricos, compuestos por datos extraídos de los libros y registros de contabilidad.
Estos datos se complementan, cuando sea necesario, con anotaciones adicionales para mostrar la situación en una fecha determinada o los resultados de la gestión durante un período específico de una empresa.»
Estos cuadros sinópticos surgen como producto del proceso contable y se convierten en informes finales que reflejan la situación económica y financiera de una entidad económica.
La información que los Estados Contables generan proporciona elementos que permiten evaluar diferentes cursos de acción y tomar decisiones en aspectos financieros, económicos, de gestión y administración.
Esta característica destaca la importancia de los Estados Contables como uno de los pilares fundamentales para establecer metas y objetivos, así como para medir su cumplimiento.
De acuerdo con las Normas Internacionales de Contabilidad (NICs), los Estados Contables engloban el Balance General, el Estado de Resultados, el Estado de Variación Patrimonial, el Estado de Flujos de Efectivo, las Notas y otros informes.
Cuando se emiten los Estados Contables para personas como accionistas, acreedores, empleados y el público en general, es esencial que se preparen de acuerdo con las directrices establecidas en las NICs.